Una mujer estaba a disfrutando de sus vacaciones en Mallorca. El viaje de vuelta debía pasar hacía escala Valencia antes de aterrizar en Bilbao, desde donde tenía pensado coger un autobús a Pamplona para llegar a un compromiso que tenía el mismo día de vuelta. Cuando llegó al aeropuerto balear, le avisaron de que su vuelo se había adelantado y tuvo que coger otro que salía casi cuatro horas después. Esta circunstancia provocó que no pudiese enlazar con el vuelo previsto en Valencia y llegó a Bilbao varias horas después de lo previsto, con tan mala suerte de que en el momento de llegada no había autobuses a Pamplona.
Con el fin de llegar al compromiso que tenía adquirido en la capital navarra, tuvo que coger un taxi, que le costó 220 euros. La afectada acudió a Irache, desde donde se reclamó el coste del taxi, que efectivamente fue devuelto por la compañía aérea, que no había avisado al cliente con suficiente antelación de la modificación del vuelo de vuelta.