Durante los últimos meses en «Irache» hemos atendido a varias personas que se habían comprometido a comprar una vivienda, confiando en que podrían pagarla mediante la venta de la vivienda que ya poseían. No obstante, la situación del mercado actual, en el que no es fácil vender una vivienda de segunda mano, les han llevado a renunciar a la que se habían comprometido, o a pedir ayuda a familiares para afrontar la compra de la nueva. Es habitual que muchas personas tras unos años viviendo en una casa, decidan adquirir otra mayor, ya que ha aumentado su familia, porque necesitan más espacio o porque quieren vivir más cómodamente. Otros en cambio sólo buscan cambiar de lugar de residencia, para estar más cerca de su trabajo o ganar tranquilidad.
El alto precio de la vivienda impide a muchas de estas personas adquirir una vivienda conservando la anterior, y se ven obligados a vender su vivienda, y con el dinero obtenido, pagar la nueva.
Los problemas han surgido en los últimos meses, ya que muchos consumidores se animaron a adquirir una vivienda, todavía en construcción, en la esperanza de que próxima la fecha de entrega, podrían vender la suya con facilidad. Así sucedía hasta hace unos meses, en los que no era complicado vender una vivienda de segunda mano.
Pero en la actualidad, con el precio de la vivienda «disparado», y la subida de los tipos de interés, muchos de estos compradores están encontrando dificultades para poder vender su vivienda.
Las alternativas que les quedan no son muy favorables: rebajar el precio de venta, aun perdiendo dinero, para poder afrontar la compra de la nueva, o desistir de la nueva vivienda, perdiendo parte o la totalidad de las cantidades que entregaron como señal. También existen otras soluciones, que tendrá que solicitar en su entidad bancaria, entre otras, solicitar más dinero del inicialmente previsto, aunque en ese caso probablemente el banco que aporte más garantías, como un aval.
Desde «Irache» aconsejamos a aquellas personas que estén pensando en vender su vivienda para comprar una nueva que valoren muy detenidamente el riesgo de la operación, y que en caso de efectuarla, traten de negociar unas condiciones que les permitan desistir de la misma sin abonar una penalización muy elevada.