Con la evolución actual del mercado de la vivienda, el consumidor se encuentra en una situación verdaderamente comprometida: si desea comprar una vivienda, tiene que aceptar las condiciones que establece el vendedor, y apenas tiene margen para negociar algunos detalles de la compra. En estas circunstancias, no es extraño que algunos vendedores incluyan en sus contratos cláusulas abusivas, obligando al consumidor a asumir pagos que por ley no le corresponden, o modificaciones que no le han sido comunicadas previamente.
Por ese motivo, la Asociación de Consumidores de Navarra «Irache» ha editado un tríptico que en primer lugar informa sobre qué es una cláusula abusiva, permite identificar las cláusulas abusivas existentes en los contratos de compraventa y enseña al consumidor cómo actuar si encuentra en el contrato una de ellas.
Además, se presta atención especial al impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, más conocido por todos como «la plusvalía», que tras la aprobación de la reciente ley de protección de los consumidores y usuarios, desde el 1 de marzo de 2007, la tiene que pagar el vendedor, impidiendo una práctica hasta ahora habitual que consistía en imponer el pago de este impuesto al consumidor.
Son constantes las consultas y quejas relativas a cláusulas abusivas que recibimos en nuestras oficinas; principalmente se refieren a cláusulas que imponen al consumidor la obligación de subrogarse en el préstamo del promotor, a cláusulas que no establecen una fecha de entrega fija de la vivienda, o a cláusulas que autorizan a la promotora a realizar modificaciones del proyecto inicial sin contar con el consumidor. También son abusivas las cláusulas que imponen al consumidor, en la compra de vivienda, el pago de los gastos de la escritura de obra nueva y división horizontal. Una cláusula declarada abusiva se considera nula, y se tiene por no puesta en el contrato.
Ultimamente y a raíz de la aprobación de las modificaciones de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, han sido varios consumidores los que han acudido a nuestras oficinas a consultar sobre quién debe abonar el impuesto de la plusvalía.
Desde «Irache» solicitamos a todas las partes implicadas la modificación de los contratos y la aplicación de la nueva normativa, y aconsejamos a todos los consumidores que compren una vivienda que revisen sus contratos y si se advierten que les quieren cobrar este impuesto, reclamen al vendedor, e intenten que la cláusula sea eliminada o redactada en condiciones más favorables.
Si no consigue que el vendedor retire la cláusula, o la modifique, antes de firmar acuda a su asociación de consumidores, con una copia del contrato, para que puedan revisar la legalidad del mismo y le indiquen la mejor solución. Las cuantías de la plusvalía en muchas ocasiones superan los 1.200 euros.
Este tríptico se va a repartir en las 56 oficinas que dirigimos en Navarra (53 en colaboración con los distintos ayuntamientos en los que gestionamos la oficina del consumidor y 3 en nuestras oficinas propias en Pamplona, Estella y Tudela) de forma gratuita.
Calle de las Navas de Tolosa, 19 1º Dcha
+34 948 17 70 00
