La Asociación de Consumidores de Navarra Irache advierte sobre las altas que se dan en compañías telefónicas y de internet sin el consentimiento del usuario, quien descubre repentinamente que le llega un recibo de una empresa con la que no había contratado servicio alguno. En las últimas semanas quince asociados han acudido a Irache por este tipo de casos.
El contrato telefónico, principal problema
Existe un serio problema en la posibilidad de contratar servicios telefónicos o de internet por teléfono, sin necesidad de documento escrito. Esto dificulta la reclamación y la protección a los consumidores y posibilita que haya empresas que dan altas en el servicio sin que el usuario lo haya solicitado. En ocasiones, hay una conversación de un comercial de por medio pero en otras ni siquiera se produce esta comunicación.
Tampoco ayuda la facilidad con que circulan en ocasiones los números de cuenta o información sobre los clientes, que da pie a posibles cobros inadecuados, prácticas en las que se vulnera la protección de datos de los ciudadanos o incluso delitos.
Le cambian de compañía de internet sin que lo solicite
En un caso, un consumidor recibió en su casa un router de una compañía telefónica cuando él era cliente de otra. Sorprendido, llamó a la empresa que le había tramitado la factura y le informaron que le habían dado de alta desde un teléfono móvil. Desde Irache se envió un buro fax para dar de baja en la nueva compañía y el afectado volvió a la anterior con la que tenía contratado el servicio. Además, se interpuso una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos, que inició un expediente sancionador que podría suponer para la empresa una sanción comprendida entre 60.101 y 300.508 euros.
Más de tres mil euros de facturas telefónicas con empresas no contratadas
Así, una señora de 81 años fue a sacar dinero de su cuenta corriente y le comunicaron que no disponía de fondos. En sus movimientos bancarios se observaban recibos de llamadas por parte de cuatro diferentes compañías telefónicas, con las que la afectada no había contratado la línea. Estos recargos iban desde los 6,96 euros a los 798,24 euros. La titular denunció el hecho y desde Irache se pudo echar atrás los últimos cargos, que ascendían a 3.458 euros. Al parecer, alguien había obtenido el número de cuenta de la asociada y había contratado línea telefónica con su número y a nombre de otro vecino ya fallecido.
Amenazas de inclusión en ficheros de morosos
En otras ocasiones, aparecen los ficheros de morosos, como en el caso de una asociada a la que le llegó un cargo a la cuenta de 130 euros que no sabía de dónde procedía. Le amenazaron con inscribirle en un fichero de morosos, hasta que se reclamó desde Irache y la empresa echó atrás la deuda. A otra afectada le incluyeron en un registro de impagos por una deuda de 500 euros cuya naturaleza desconocía. A causa de este fichero, le denegaban el préstamo hipotecario. Se denunció el caso a la Policía, desde donde se pudo averiguar que una empresa había utilizado su DNI para establecer un contrato telefónico a su nombre.
Llega una factura a su nombre pero con otro número de cuenta
Un consumidor llamó a una compañía de internet para preguntar por sus ofertas de ADSL. Sin embargo, éstas no le convencieron y no contrató el servicio. A los días llegó a su domicilio un router, que no llegó a desembalar, y a su vez le reclamaron un recibo de 18 euros que no pagó. Más tarde recibió la notificación de una factura a su nombre pero con otro número de cuenta por esta cuantía. Desde Irache se reclamó y se comprobó que el banco había cobrado el dinero a otra persona con el mismo nombre que la afectada, por lo que la entidad anuló la factura.
Irache recomienda que se contrate por escrito y se tenga precaución ante las llamadas de agentes comerciales
Desde Irache, que viene tiempo denunciado este tipo de actuaciones, se recomienda que los usuarios soliciten un contrato por escrito y que sean muy precavidos si reciben llamadas en las que agentes comerciales ofrecen los servicios de compañías telefónicas o de internet. En caso de ser víctimas de un alta no consentida, conviene acudir cuanto antes a su organización de defensa del consumidor para darse de baja y reclamar la devolución de las facturas cursadas.