Uno de cada cuatro navarros que compraron vivienda en los últimos diez años -el 28% de la población- ha tenido algún problema con su casa, según una encuesta de la Asociación de Consumidores de Navarra Irache. De hecho, es el tercer sector que más decepción y quejas produce entre los ciudadanos, solo por detrás de los bancos y la telefonía.
El mayor número de conflictos están provocados por los defectos de construcción del inmueble, que supusieron imprevistos para el 23% de los compradores. A bastante distancia se sitúan los problemas vecinales -3%- y el tamaño de la vivienda -1%-.
Humedades, grietas, parqués levantados, materiales de baja calidad
De entre los defectos de construcción, los problemas más habituales suelen ser las humedades en paredes y techos. En general, se suelen tratar de fugas de agua en alguna conducción o problemas de condensación. Tampoco es extraño encontrarse con grietas en las paredes o parqués levantados en casas recién entregadas.
Otro caso repetido son problemas en la vivienda porque se han utilizado materiales de menor calidad y más baratos a los que estaban contemplados en la memoria de calidades o en el proyecto de construcción.
Plazos de uno, tres o diez años según el tipo de defecto constructivo
El consumidor tiene derecho a reclamar los defectos de terminación y acabado de las obras, como hendiduras o golpes, que se manifiesten en el plazo de un año. En cuanto a los problemas que afecten a la habitabilidad de la vivienda el plazo es de tres años.
Por último, el plazo es diez años para los defectos que afecten a los elementos estructurales que comprometan la resistencia y la estabilidad del edificio.
Hay que comunicar el defecto antes de que transcurran dos años desde su aparición
En todos los casos, el consumidor tiene dos años para reclamar un defecto desde que lo detecta y conviene hacerlo por escrito y de forma fehaciente, a través de un buro fax o un telegrama.
Enviar la reclamación por escrito de forma fehaciente
Es conveniente enviar las reclamaciones por escrito y de forma fehaciente -por ejemplo, mediante burofax o telegrama, que hacen constar el contenido de la comunicación o, en su defecto, mediante correo con acuse de recibo-. En primer lugar, es recomendable dirigirlas al promotor, aunque en muchos casos puede ser aconsejable también remitir la reclamación al constructor, al arquitecto, al aparejador en función de las circunstancias…
Es recomendable realizar la comunicación incluso cuando sepamos que ésta no va a ser atendida, ya que puede ser fundamental si se quiere llevar el problema a los tribunales.
Las obras a realizar, causa de problemas vecinales
En cuanto a los problemas entre los vecinos, sufridos por el 3% de los compradores de vivienda, los principales conflictos tienen que ver con las obras a realizar en la casa -hay que distinguir entre las de conservación y las de mejora-, la instalación del ascensor, los vecinos morosos o las actividades que resultan molestas.