Una pareja organizó un viaje de vacaciones a Amsterdam y para ello contrató a través de una página de internet el hotel en la capital holandesa, reserva por la que pagaron 303 euros. Cuando llegaron a Amsterdam, en el hotel les pidieron la tarjeta de crédito como garantía durante su estancia. Después de disfrutar de sus vacaciones y cuando habían hecho las maletas para volver a casa, les dijeron en el hotel que quedaba por pagar la mitad de la estancia, cuando la pareja ya había hecho el ingreso de todas las noches en la página de internet. Así se lo explicaron a la responsable del hotel, quien finalmente les dijo que no había problema y les devolvió su tarjeta. Al llegar a casa, comprobaron en sus cuentas bancarias que les habían vuelto a cobrar otra vez toda la estancia del hotel, más los gastos de gestión, que hacían un total de 317 euros. Desde Irache se reclamó a la empresa on-line donde se había efectuado la reserva, quien se disculpó y devolvió el segundo cobro a los consumidores.