EL 38% DE LAS PERSONAS CON UN ELECTRODOMÉSTICO AVERIADO TIENE PROBLEMAS PARA ARREGLARLO

El 38% de las personas a las que les ha averiado un electrodoméstico han tenido problemas para arreglarlo, según muestra una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache.

Los problemas más habituales son las reparaciones en garantía, el precio de los arreglos o la dificultad para encontrar un servicio técnico adecuado o piezas de recambio, especialmente entre los aparatos que tienen más años.

No tiene arreglo o la pieza dañada ya se ha agotado

Varias personas han acudido a Irache porque su lavadora o lavavajillas de más de diez años se ha estropeado y no encuentran dónde arreglarlo ya que los técnicos a los que han consultado les han dicho que lo mejor es comprar uno nuevo.

Otras veces, el servicio técnico al que han llevado el aparato les indica, a veces tras unos días, que la pieza que está defectuosa ya no se hace y que no la pueden encontrar, por lo que la única alternativa es, otra vez, comprar un electrodoméstico nuevo.

Facturas desproporcionadas

Ha habido otros casos en los que los consumidores se sienten molestos porque entienden que la reparación ha resultado excesivamente cara. Generalmente no pidieron presupuesto, se fiaron de los técnicos y, al ver la factura, se quedaron sorprendidos. Algunos llaman a la empresa por si se trata de algún error, pero les responden que la factura es correcta.  Algunas facturas de reparación han superado los ochocientos euros.

Otras quejas se originan por reparaciones deficientes: el consumidor encarga la reparación, la paga y días o semanas después se reproduce el problema. Llama a la empresa reparadora, acude y le dice que se trata de otra avería diferente y le cobra el servicio nuevamente. Así hasta en tres ocasiones.

Está en garantía, pero cobran la reparación

Cuestión aparte son las reparaciones en garantía, donde también se repiten los problemas entre los consumidores. El más habitual es que, dentro del tiempo de garantía (actualmente el mínimo es de tres años desde la compra), el vendedor no repare de forma gratuita, al alegar que es responsabilidad del consumidor por algún golpe o mal uso o sin dar ninguna explicación.

A partir de aquí, la casuística es muy amplia, como personas que llaman por una avería dentro del periodo de garantía, pero el vendedor tarda en acudir varias semanas y ya fuera del tiempo de garantía, por lo que dice que debe pagar la reparación el consumidor. Ha habido casos igualmente en que la empresa ha dicho verbalmente que acepta la reparación en garantía, pero posteriormente le factura al consumidor el desplazamiento u otros conceptos.

Anuncios que hacen creer que es el servicio técnico oficial

Hay anuncios en internet de empresas que, intencionadamente, se publicitan asociadas a algunas marcas conocidas. Esto hace que el consumidor crea que es el servicio oficial del fabricante. Sin embargo, cuando la reparación resulta deficiente o la factura desproporcionada, es cuando el consumidor descubre que la empresa no tiene ninguna vinculación con el productor.

En este sentido, hay que ser precavido: factura sin IVA, la falta de presupuesto previo o su renuncia a él o la solicitud del pago por adelantado de recambios son algunos de los indicios que deben hacer sospechar de la empresa.

Hay que recordar que el servicio técnico oficial está respaldado por la marca y, en principio, esta responde por la calidad de los servicios y las tarifas que se ofrecen son conocidas.

Productos que cada vez duran menos

Irache ha podido observar en los últimos años una involución en la vida útil de muchos productos, especialmente electrodomésticos o productos electrónicos. Algunos de los modelos comercializados cada vez duran menos y tardan menos tiempo en presentar problemas.

Además, parece también que se restringe más la reparabilidad de los productos. Es decir, cada vez es más difícil reparar un electrodoméstico averiado, bien por el precio de la reparación o por la dificultad de encontrar piezas de repuesto para algunos modelos.

La ley obliga a que tengan repuestos y un servicio técnico adecuado 10 años después de dejar de fabricarse

Desde 2022, la ley de consumidores en España obliga al productor a garantizar un “adecuado servicio técnico” y repuestos durante diez años desde que el aparato en cuestión deje de fabricarse.

Además prohíbe incrementar los precios de los repuestos usados en las reparaciones, unos precios que deben estar a disposición del público.

Irache cree que debería garantizarse una mayor durabilidad y reparabilidad

Desde Irache se considera que se debe hacer un esfuerzo para garantizar una mayor durabilidad y reparabilidad de los electrodomésticos y aparatos electrónicos, en beneficio del medio ambiente y de la economía del consumidor. Entre las posibles propuestas, estarían:

–          Controlar que en los procesos de elaboración y comercialización no se implementan deliberadamente medidas para acortar la vida útil de los productos o para imposibilitar su reparación.

–          Que el fabricante tenga que informar en el etiquetado del tiempo de duración del producto, sus posibilidades de reparación y las excepciones.

–          Ampliar el plazo de garantía de los productos y que sea la empresa quien tenga que demostrar que ha habido mal uso del aparato.

–          Controlar que los servicios técnicos cobran el coste real de la reparación y, a la vez, que los servicios técnicos oficiales no dificultan el trabajo de empresas de reparación independientes.