Un asociado tenía contratado un viaje a Estambul para pasar unos días de vacaciones en Turquía. Días antes de la salida, tuvo unas molestias en el costado, a las que no dio excesiva importancia. Sin embargo, con el transcurso de los días fue sintiéndose peor. El día antes de la salida del viaje, notó un dolor muy agudo en el pecho por lo que acudió a urgencias. Finalmente le ingresaron en el hospital hasta las dos de la mañana del día siguiente, por lo que no pudo coger el vuelo contratado. Acudió a Irache, desde donde se reclamó a la aseguradora del viaje, la devolución del coste del mismo, ya que se había tratado de una circunstancia de fuerza mayor y, además, la póliza contaba con un seguro cancelación de viaje sin haberlo iniciado, que ascendía a 1.200 euros. Finalmente la aseguradora aceptó cubrir los gastos por la necesaria cancelación del viaje.