El 14% de los navarros que compran un coche de segunda mano tiene problemas con él. En este sentido, la Asociación de Consumidores de Navarra Irache recomienda que, antes de adquirir un vehículo usado, se le realice una revisión independiente para comprobar su estado.
Con la crisis, el coche usado resulta más asequible
Con la crisis económica, la venta de coches de segunda mano se ha incrementado notablemente y en Navarra aumentaron un 15,8% en el primer trimestre del año hasta alcanzar las 7.404 unidades. Adquirir un coche ya usado es una alternativa para poder hacer uso de un vehículo a un coste más accesible, más aún cuando la situación económica de muchos consumidores es más apretada.
Más casos por problemas descubiertos tras la compra
Sin embargo, antes de comprar el coche es muy conveniente verificar con un técnico el estado del vehículo. En estos últimos años ha aumentado considerablemente el número de personas que ha acudido a Irache porque, tras haber adquirido un vehículo de segunda mano, han surgido problemas de los que no había sido informado.
Problemas de motor, la correa de distribución, hay que cambiar las ruedas…
Las situaciones son de lo más variadas. Desde fallos en el motor o ventas en los que el comprador descubre que tiene que cambiarle la correa de distribución del coche por los kilómetros recorridos, una reparación que puede suponer un coste de seiscientos euros y que no fue mencionada por el vendedor.
Otras veces el conductor nota que el coche adquirido no mantiene la estabilidad necesaria y, al comprobar el estado de los neumáticos, descubre que tiene que cambiar las ruedas, lo que puede suponer un pago de cuatrocientos euros. El vendedor no se hace cargo porque dice que es algo propio del uso del vehículo.
Otros problemas que surgen tienen que ver con accesorios del coche como la radio, mal funcionamiento de los elevalunas, cualquier otro dispositivo electrónico o el aire acondicionado, que se descubre que está dañado al llegar el verano. Son situaciones en las que el comprador rara vez repara a la hora de comprar el coche pero que finalmente suponen un gasto añadido con el que no se contaba.
Trucar el cuentakilómetros
Una de las estafas más habituales en estas ventas es trucar el cuentakilómetros para que parezca que el coche está menos desgastado y aumente su valor. Ya ha habido sentencias, también en Navarra, que han condenado a algún concesionario por esta cuestión.
Revisión por parte de un profesional
Los compradores se dan cuenta de los problemas del coche adquirido en distintos momentos, a veces a los pocos kilómetros de conducir el vehículo, en otros casos el problema surge a los meses o, en otras ocasiones, al tratar de superar la ITV son los técnicos los que le informan de un fallo que desconocía.
No resulta sencillo hacer que el vendedor responda por el desperfecto, ya que puede afirmar que el daño se ha producido con posterioridad a la venta. Precisamente por ello es recomendable que antes de comprar se encargue una revisión exhaustiva a un profesional independiente, que refleje el estado real del vehículo. Esta es la única forma de asegurarse que el coche está en las condiciones ofrecidas por el vendedor.
En concesionario, garantía de dos años que se puede reducir a uno
Según la legislación, si la venta se ha realizado en un establecimiento, la garantía es de dos años, aunque las partes pueden reducirla a un año, una práctica habitual. Eso sí, a partir del sexto mes será el consumidor el que tenga que demostrar que la avería se debía a un defecto del vehículo en el momento de la venta.
Entre particulares, seis meses para deshacer la compra y un año para una rebaja en el precio
Entre particulares, en las ventas realizadas en Navarra, el comprador dispone de un plazo de seis meses para deshacer la compra y un año para reclamar una rebaja en el precio del vehículo. Hay que tener en cuenta que no es sencillo demostrar la existencia de un vicio oculto, puesto que debe ser un desperfecto que ya existía en el momento de la transacción y que no estuviera a la vista del comprador, por lo que habitualmente, para demostrarlo, hay que solicitar un informe pericial. Por ello, cuanto más tiempo pasa tras la adquisición es más difícil para el comprador hacer valer sus derechos.