Más de la mitad de los navarros -58%- no sabe que los plazos de garantías de los productos han cambiado, según indica una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache. Desde enero de 2022, todos los bienes de consumo que compramos cuentan con tres años de garantía, frente a los dos que tenían hasta entonces.
Esto significa que, en los tres años siguientes a la compra del producto, cualquier defecto que venga de fábrica tendrá que ser reparado de forma gratuita por el vendedor.
Por ejemplo, si compro una televisión y dentro de los tres primeros años no funciona bien, el vendedor deberá repararla de forma totalmente gratuita: no podrá cobrar al consumidor ni por mano de obra, ni por las piezas de recambio utilizadas.
Las consultas sobre las garantías de los productos son continuas en Irache y se dan con todo tipo de productos, aunque es aún más frecuente con artículos electrónicos, como teléfonos, tabletas u ordenadores, donde el funcionamiento puede fallar, o en electrodomésticos que no dan las prestaciones prometidas.
Durante dos años se presume que el defecto viene de la venta
Además, en los dos años siguientes a la entrega del bien se presumirá que los defectos o faltas de conformidad que surjan ya existían en el momento de la venta. En este plazo será el vendedor -o, en su caso, el fabricante- quien, si no quiere hacerse cargo de la reparación, deberá demostrar que el defecto surgido no existía en el momento de la venta y que se debe a algún mal uso posterior del consumidor. Antes, este plazo era de seis meses.
Esta modificación es muy relevante. Hay que tener en cuenta que, una vez pasado el plazo de presunción, es el consumidor quien debe demostrar que el defecto proviene del momento de la venta. Esto dificulta mucho que el vendedor se haga cargo del problema ya que puede obligar al consumidor a encargar un informe que demuestre que el defecto provenía de origen.
Así, con los anteriores plazos era habitual que, pasados los seis primeros meses desde la compra, si empezaba a fallar el teléfono móvil o el ordenador y el cliente lo llevaba a la tienda, le dijesen que era un problema que él había provocado -por algún golpe, por mojarlo o sin especificar de qué manera- y que ellos no se hacían cargo. Esto hacía que generalmente el consumidor tuviese que pagar la reparación. Ahora, durante los dos primeros años se presume que el defecto ya venía en el producto comprado y el vendedor deberá hacerse cargo salvo que haga un informe que afirme que el defecto se produjo posteriormente a la compra.
Durante un año se debe responder por el arreglo en garantía
Durante el año posterior a la reparación en garantía, el empresario deberá responder de cualquier problema que surja con el arreglo efectuado.
Cuando el consumidor entregue un bien por un problema en garantía, el vendedor debe entregarle un documento que acredite la fecha y el motivo de la entrega. Igualmente deberá facilitar otro documento que indique la fecha en que se le devuelve el producto y la reparación efectuada. Para hacer valer la garantía es fundamental conservar el justificante de compra del producto en cuestión.
En segunda mano, se puede reducir a un año
Hay que tener en cuenta que los plazos señalados hasta ahora se refieren siempre a los productos nuevos. Si se trata de un artículo de segunda mano, los plazos pueden cambiar: aunque en principio son los mismos, el vendedor y el comprador pueden pactar reducir el tiempo de garantía que, eso sí, tendrá que ser como mínimo de un año. El plazo de presunción será de dos años o el de la garantía, si esta se ha pactado por un plazo menor que, como se ha indicado, no podrá ser menor de un año.
Es importante tener en cuenta que la reducción del plazo de garantía debe constar en el contrato; si no es así, tendrá los mismos plazos de garantía que un producto nuevo.
Por ello, si compro un patinete eléctrico de segunda mano en una tienda y en el contrato consta que la garantía es de un año, se presumirá que las averías que surjan en este plazo provienen de defectos de la bici en el momento de la compra. El vendedor deberá repararla a su costa, salvo que un informe indique expresamente que el defecto no estaba cuando se produjo la compra y se debe a algún mal uso del consumidor.
Diez años de recambios desde que deja de fabricarse
Esta ampliación de las garantías vino de la mano con el incremento de los plazos de piezas de repuesto y servicios técnicos de reparación. Desde 2022, los fabricantes deben garantizar la existencia “de un adecuado servicio técnico, así como de repuestos” durante el plazo mínimo de diez años a partir de la fecha en que el producto deje de fabricarse.
De esta manera, si mi modelo de microondas deja de hacerse en 2025, hasta 2035 el fabricante tendría que garantizar que haya un adecuado servicio técnico, así como repuestos para las reparaciones. Antes, el plazo era de cinco años.