La Asociación de Consumidores de Navarra Irache aconseja a los consumidores pasarse al mercado regulado del gas antes de que comience el invierno y las bajas temperaturas. Según un estudio de esta Asociación, el precio del kilovatio hora en el mercado libre cuesta más del doble que el de la Tarifa de Último Recurso (TUR). Irache ha recibido en los últimos meses a centenares de personas preocupadas por cómo les ha subido la factura del gas, cuyo importe en algunos casos se ha llegado a duplicar.
Dificultades para contratar la TUR
Precisamente, en las últimas semanas han contactado con Irache varias personas porque están teniendo problemas para contratar la tarifa regulada de gas. Según nos comentan, algunos de ellos están teniendo que esperar al teléfono más de cuarenta minutos a ser atendidos, otros señalan que les piden tanta documentación y datos que les obligan a desistir y tener que contratar por otra vía y otros se quejan de que la contratación por internet es muy complicada. Desde Irache estamos atendiendo a los consumidores que interesados en pasarse al mercado regulado y estamos gestionado desde aquí su contratación de la TUR.
De 0,058 a 0,176 euros el kilovatio hora
El precio medio del kilovatio hora de cinco de las principales empresas gasísticas es de 0,1712 euros por kW/h en los consumos que no superan los 5.000 kilovatios/hora al año, mientras que en la tarifa de último recurso es de 0,0635 euros. Para los consumos de entre 5.000 y 15.000 kilovatios/hora al año (buena parte de los hogares), el precio medio del mercado libre es de 0,1735 euros mientras que la tarifa regulada marca un coste de 0,0606 euros. Por tanto, para hogares sin calefacción a gas o con poco consumo la diferencia entre el coste variable de la tarifa regulada y la libre puede suponer un encarecimiento del 169% y para casas con un consumo algo mayor, esta subida llega a 185%.
Más de 1.000 euros de diferencia al año
La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) calcula que la diferencia entre la Tarifa de Último Recurso de gas y el contrato más barato en el mercado libre puede suponer pagar 467 euros más en el primer año, un sobrecoste de 1.045 euros si lo comparamos con la tarifa más cara.
Cambio de precio al acabar el año de contrato
En buena parte de los clientes que acuden a Irache porque su factura de gas ha subido mucho, el encarecimiento del importe es debido a un cambio de condiciones del contrato, que incluía un alza de precios. Generalmente, estos contratos tienen una vigencia anual. Un mes antes de cumplirse este plazo, la empresa comunica los nuevos precios que se aplicarán en el siguiente año de suministro. Si el consumidor no se va a otra empresa, se entiende que acepta los nuevos precios, que se aplicarán de forma automática.
La comunicación de estas nuevas condiciones no siempre es lo suficientemente transparente. Por un lado, se intenta edulcorar la subida de precio como algo ventajoso, aunque la estimación anual de gasto suele ser muy evidente y es lo que hace a muchos clientes buscar ayuda en Irache. Por otro lado, algunas compañías, cada vez menos, solo comunican estos cambios de precios en las facturas que hacen llegar al consumidor.
También las calderas centrales
Todos los consumidores domésticos tienen derecho a acogerse a la tarifa regulada del gas, aunque muchos de ellos tienen contratado el gas natural en el mercado libre, buena parte de forma conjunta con la electricidad.
Esta posibilidad se ha abierto también a los consumidores que obtienen la calefacción de una caldera de gas que suministra a toda la comunidad de vecinos. Para ello, deberán cumplir algunos requisitos, como individualizar el cómputo del consumo de calefacción, a no ser que la normativa vigente les exima de esta obligación.
La luz, una situación diferente
El mercado de la electricidad presenta una situación diferente a la del gas natural. En la luz, tras el alza de precios de los últimos meses, las ofertas más económicas se encuentran en el mercado libre, si bien hay que tener en cuenta que el precio del kilovatio/hora de la tarifa regulada va cambiando de hora en hora.
En cualquier caso, según el comparador de la CNMC la tarifa más económica, para una potencia de 4 kW y un consumo anual de 2.600 kWh, supone pagar el primer año 599 euros por la luz, 250 euros menos de los que marca la tarifa regulada (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). La diferencia entre la tarifa más barata y la más cara es de 897 euros al año. Esta comparativa no tiene en cuenta la compensación al tope del gas, que ya se aplica a todas las tarifas reguladas y a las libres que se van prorrogando desde finales de abril.
La tarifa regulada se sitúa en el puesto 27 por importe de la tarifa, casi en la mitad de las cincuenta compañías incluidas en la comparativa: tiene 26 empresas con ofertas más baratas y 24 con ofertas más caras.
Por tanto, como puede verse, si bien en el mercado del gas actualmente la tarifa regulada resulta más atractiva, en el sector eléctrico hay un buen número de ofertas que, ahora mismo, mejoran el precio de la tarifa regulada, si bien, como se ha indicado, esto depende mucho de las oscilaciones del mercado mayorista.
Atención a los servicios vinculados
En cualquier caso, el consumidor tiene que estar atento -además de a las condiciones del contrato, al precio por consumo y por potencia- a que no le añadan en la oferta algún servicio vinculado de mantenimiento o urgencias, que no están incluidos en la comparativa y que puede suponer un importante encarecimiento del recibo.
Además, en algunos casos las tarifas de la luz más económicas están condicionadas a contratar con la misma empresa el gas natural. En estos casos, conviene estudiar detenidamente la oferta y hacer números para ver si el coste conjunto de los dos servicios sale más económico.