Durante los últimos años se ha hecho patente en Pamplona una práctica comercial, ya desarrollada en otras ciudades, consistente en aparcar un vehículo en la vía pública, y anunciar su venta, mediante carteles colocados en las ventanillas y salpicaderos de los automóviles. Polígonos y barrios de Pamplona, e incluso calles de barrios como Mendebaldea o San Juan son lugares elegidos por los vendedores. El contacto con el vendedor se efectúa a través de teléfono móvil, y en ocasiones, el vehículo en el que está colocado el cartel no es el que está en venta, sino que sirve para anunciar la venta de otro de diferentes características. Esta práctica ya ha originado consultas y problemas entre los consumidores, fundamentalmente relacionadas con las condiciones de venta de estos vehículos y sus garantías. Si hay que tener especial cuidado cuando se compra un vehículo de segunda mano, en estos casos más.
Desde «Irache» aconsejamos al consumidor que antes de adquirir un vehículo, se informe del historial del mismo y su procedencia. La decisión de adquirir un vehículo debe tomarse después de haberla meditado, y tras conocer el uso a que ha sido destinado, si ha sufrido accidentes y si la persona que lo vende es realmente el propietario del vehículo. De esta manera, se evitan problemas como que el vehículo proceda de importación ilegal, sea robado (no suele ser habitual), o simplemente, que la persona que vende el vehículo no puede venderlo legalmente.
Además, es fundamental que comprador y vendedor firmen un contrato de compraventa, en el que figuren los datos de vendedor y comprador, el precio del vehículo, su antigüedad, los kilómetros recorridos, y se entregue toda la documentación correspondiente al vehículo, incluido el libro de revisiones y mantenimiento… Además, conviene asegurarse de que el vehículo está libre de cargas. Adquirir un vehículo sin contrato, y sin haber consultado en Tráfico su procedencia es un acto muy arriesgado para el consumidor.
En general en Navarra, en las ventas entre particulares, el comprador que advierte la existencia de una avería o vicio oculto en el vehículo dispone de un plazo de 6 meses para reclamar si lo que desea es deshacer la venta, o de un año si lo que desea es que se rebaje el precio del vehículo, debido a la avería existente en el mismo.
Por último, si la inversión va a ser importante, merece la pena recurrir a un perito para que revise el vehículo, nos confirme su estado y compruebe si tiene alguna avería.