La Asociación de Consumidores de Navarra Irache advierte sobre el riesgo que comporta la compra de vehículos de segunda mano. Aunque en muchas ocasiones estas transacciones salen bien, en otras muchas el comprador se encuentra poco tiempo después con problemas inesperados y de difícil solución, tal y como se ha podido comprobar en la Asociación por el número creciente de estos casos en los últimos meses.
En España, por cada vehículo nuevo que se compra, se adquieren dos que ya no están a estrenar. En Navarra, de estos coches de segunda mano que se venden, el 78% tiene más de ocho años de vida.
Y es que, dados los aumentos de costes del mercado automovilístico, la incertidumbre sobre la mejor elección (eléctrico, híbrido, gasolina, diésel) y la inflación, muchos consumidores están optando por el mercado de segunda mano que, pese a que también está subiendo sus precios, es más asequible que los vehículos nuevos. Sin embargo, si no se adoptan algunas medidas de precaución, el comprador se puede llevar desagradables sorpresas.
Reparaciones de más de 1.500 euros
El problema más habitual es que el coche, pasado meses, semanas o a veces nada más cogerlo, presenta problemas mecánicos que, según dice el comprador, no debería tener. El afectado entiende que es el vendedor el que tiene que hacerse cargo de la reparación pertinente. Sin embargo, no es extraño que éste niegue su responsabilidad y afirme que el daño se ha producido con posterioridad a la venta o que es algo normal por el uso y desgaste que presentaba el coche cuando se traspasó.
Las situaciones que se dan en estas ventas son de lo más variadas; suelen tener que ver con la culata, motor, inyectores, embrague… En ocasiones, la avería es importante y en Irache se reciben casos en los que el coste de las reparaciones ronda los 1.500 euros, si bien ha habido algunos que superan los 4.000.
Otras veces, las menos, los problemas se deben al mal funcionamiento de algún accesorio del coche como elevalunas, radio o climatizador o a desperfectos en la carrocería del vehículo, por ejemplo.
Caso aparte son las estafas en las que se truca el cuentakilómetros para que parezca que el coche está menos desgastado y aumente su valor. Ya ha habido sentencias que han condenado a algún concesionario por esta cuestión.
Algunos concesionarios suelen asumir su responsabilidad y otros habitualmente no se hacen cargo
En este sentido, hay algunos concesionarios que siguen una estrategia por la que, si el coste de la reparación es elevado, no asumen su responsabilidad y prefieren obligar al comprador a contratar un peritaje y llevar el caso a juicio. Saben que muchas personas, ante estos trámites, se echan atrás. Por el contrario, hay otros concesionarios que se muestran más receptivos con las reclamaciones de los clientes y asumen la reparación. Si el establecimiento está fuera de Navarra dificulta la solución porque, si este no responde, el afectado deberá demandarle en la provincia donde se encuentra el vendedor.
El vendedor deriva su responsabilidad o quiere cobrar parte de la reparación
También se han detectado en Irache prácticas de concesionarios que complican la solución de estos defectos del vehículo de segunda mano. Algunos derivan la garantía en una tercera empresa, con la que se suscribe una póliza al comprar el coche. Así, en cuanto se le comunica el problema, el concesionario señala que es responsabilidad de la tercera empresa. Y no es extraño que esta diga que el problema no está cubierto por la póliza, pese a que la ley ampare al consumidor.
Se han visto, igualmente, establecimientos que solo cubren las primeras horas de mano de obra, cuando una reparación en garantía debe asumir todo el coste, y otros que achacan problemas preexistentes del coche a una supuesta mala conducción del nuevo propietario, aunque apenas lleve semanas con el vehículo.
Una complicación añadida en estos casos es que, mientras el taller tiene el coche en reparación -tiempo que en ocasiones se alarga demasiado, semanas o incluso meses-, el consumidor se encuentra sin vehículo, con todos los perjuicios que esto le puede suponer. Ante esta espera, algunos consumidores prefieren reparar el coche por su cuenta y luego exigir el pago al vendedor, pero este proceso suele traer más complicaciones.
En un concesionario, la garantía se puede rebajar a un año
En todos los casos habrá que acudir al contrato de compra venta firmado -muchos compradores cometen el error de no firmar ninguno-. A partir de ahí, los derechos del comprador varían si se ha adquirido a un concesionario o a un particular.
Si la venta se ha realizado en un establecimiento a partir de enero de 2022, la garantía es de tres años, aunque las partes pueden reducirla hasta uno en el contrato, una práctica habitual. Según la ley actual, en este año se presumirá que los defectos provienen de la venta y es responsabilidad del vendedor repararlos, salvo que demuestre lo contrario. Lamentablemente, en Irache seguimos viendo como algunos concesionarios niegan de forma automática su responsabilidad y obligan al consumidor a hacer un peritaje o incluso llevar el caso por vía judicial.
Entre particulares, vicios ocultos
En las compras entre particulares los plazos son diferentes. En las adquisiciones efectuadas en Navarra (en otras comunidades rige otro plazo), en los vehículos que cuenten con vicios ocultos el comprador dispone de un año para reclamar una rebaja en el precio del vehículo o para deshacer la compra -si el problema lo justifica-.
Hay que tener en cuenta que no es sencillo demostrar la existencia de un vicio oculto: debe ser un desperfecto que ya existía en el momento de la transacción y que no estuviera a la vista del comprador, por lo que habitualmente, para demostrarlo, hay que solicitar un informe pericial. Por ello, cuanto más tiempo pasa tras la adquisición es más difícil para el comprador hacer valer sus derechos. Si se quiere llegar a la vía judicial, hay que añadir la dificultad de que, a falta de otro criterio pactado, la demanda deberá ponerse en el domicilio del demandado. En plataformas de compraventa de internet se dan casos de vendedores particulares que se hacen pasar por concesionarios para vender su coche.
Encargar informe antes de la compra
Para evitar sorpresas desagradables, es recomendable que antes de comprar un coche de segunda mano se encargue un informe técnico exhaustivo a un profesional independiente, que refleje el estado real del vehículo. Esta es la única forma de asegurarse que el coche está en las condiciones ofrecidas por el propietario del vehículo y no llevarse posteriormente desagradables sorpresas, que en algún caso han llegado a costar al comprador miles de euros.
En cualquier caso, antes de comprar un coche de segunda mano, nunca está de más revisar el libro de mantenimiento y la tarjeta de inspección técnica, donde se podrá comprobar las revisiones efectuadas y las características del vehículo.