La Asociación de Consumidores de Navarra Irache advierte sobre la poca transparencia que se da en algunas ventas de vehículos nuevos. A raíz de las quejas de varios socios, esta organización ha podido comprobar que la información que se ofrece al consumidor es en muchos casos confusa y engañosa.
El precio publicitado no es el real que pagará el comprador
Existe poca claridad al ofrecer la financiación en gran parte de las marcas que están en el mercado y no se informa siempre correctamente de los intereses que ésta conlleva. Entre otras cuestiones, el precio por el que se ofrece la venta no es siempre correcto sino menor que el que el consumidor tendrá que pagar realmente. Así, no es extraño que el vendedor ofrezca un precio sujeto a una financiación y, al sumar las cuotas por las mensualidades a pagar y otros gastos, como de apertura o de gestión, el precio suba 2.000 ó 3.000 euros respecto al que se había anunciado.
No informan de que el precio está sujeto a financiación
Otro problema habitual es que el vendedor no informe de que el precio de venta publicitado -más allá de que luego se encarezca- está sujeto a una financiación. Así, a algún consumidor le ha sucedido que, tras negociar el precio, acudió al día siguiente a pagar el coche al contado y el vendedor le dijo que, si quería pagar de esta manera, el precio subía 1.600 euros.
En otras ocasiones, tras negociar un precio financiado a plazos, pero sin especificar con quién, el futuro comprador buscó por su cuenta una entidad bancaria para financiar la compra. Cuando acudió con el préstamo cerrado, el vendedor le tuvo que explicar que se refería a una financiación necesariamente con una entidad vinculada a la marca del coche.
Vinculado al Plan Pive
No es extraño que en el precio publicitado del vehículo esté incluido el descuento que se aplicaba hasta 31 de diciembre por el Plan Pive, por lo que el coste sólo era real si el consumidor entregaba a cambio un vehículo de diez años de antigüedad y siempre que quedasen fondos en el plan. De no ser así, habría que sumar el supuesto descuento, que podía ir de 1.500 a 3.000 euros.
En muchas financiaciones se incluyen seguros, servicios de mantenimiento o ampliaciones de garantía. Aunque son servicios opcionales, se convierten en obligatorios si el consumidor quiere acceder a la financiación, con el coste añadido que supongan aunque, obviamente, el vendedor los suele presentar como precios muy beneficiosos.
Permanencia en la financiación
Los concesionarios generalmente incluyen descuentos que hagan más atractiva la oferta. Al mismo tiempo, buena parte de las financiaciones cuentan con cláusulas de permanencia, por las que el consumidor debe cumplir un tiempo mínimo pagando las cuotas del préstamo. Si quiere amortizarlo antes, el consumidor deberá renunciar al descuento aplicado, de forma total o parcial. De esta manera, el comprador debe esperar un tiempo de dos, tres o cuatro años, aunque disponga de dinero suficiente, para poder amortizar anticipadamente el crédito y olvidarse así de sus intereses.
Además, si hay reserva de dominio, el consumidor no puede vender el vehículo a otra persona mientras esté pagando la financiación, a no ser que lo comunique a la entidad financiera y ésta acepte cancelar el contrato.
Falta de documentación
Otra dificultad que se da en las financiaciones de vehículos es la falta de documentación. Varios socios han señalado que, aunque han solicitado la documentación sobre la compra o la financiación, el vendedor ha encontrado argumentos de lo más variados para no facilitar los contratos a los consumidores hasta el día de la compra.
Otro inconveniente puede ser que muchas ofertas están limitadas a un número de ventas concreto o al stock del concesionario. A algún consumidor que había apalabrado la venta en unas condiciones concretas, a la hora de firmar el contrato le dijeron que las condiciones habían variado porque se habían agotado las unidades y la oferta ya no seguía vigente.
Es necesario ofrecer una información más clara y comprensible
Como puede verse, existe en muchas ventas de vehículos nuevos una clara falta de transparencia acerca de las condiciones de la compra, especialmente con el precio final que tendrá que pagar el consumidor. Este dato es, evidentemente, un punto esencial del contrato, por lo que Irache exige a los concesionarios que ofrezcan una información transparente, real y comprensible, que en ningún caso pueda llevar al equívoco al consumidor o a pensar que el precio es menor que el coste total que tendrá que pagar.
La información debe incluir el precio final completo
La ley de consumidores y usuarios señala que las presentación del artículo en venta debe “ser de tal naturaleza que no induzca a error al consumidor” y deben ofrecer “de forma clara y comprensible información veraz, eficaz y suficiente”, entre la que debe estar “el precio final completo, incluido los impuestos, desglosando el importe de incrementos o descuentos y gastos adicionales”.
La propia ley de créditos al consumo indica que se debe informar al consumidor sobre el coste total del crédito, con intereses, comisiones, la Tasa Anual Equivalente, el importe, número y periodicidad de los plazos en este tipo de contratos.
No firmar el contrato hasta comprender todas las condiciones y el precio final que se pagará
Por otra parte, Irache recomienda a los consumidores que exijan una información previa clara, completa y comprensible sobre la compra del vehículo y sobre las condiciones de financiación, no sólo con las cuotas a pagar, sino con el precio final y todos los conceptos de pago desglosados detalladamente. Sólo de esta manera el consumidor puede valorar si le interesa la oferta o compararla con otras.
Una vez que cuente con toda la documentación, conviene leerla detenidamente hasta comprender todas las condiciones y cerciorarse especialmente del coste final, sumando todas las cuotas o conceptos que tendrá que abonar por la adquisición del coche.