IRACHE ADVIERTE SOBRE LOS PROBLEMAS EN LA COMPRA DE VIVIENDA

La Asociación de Consumidores de Navarra Irache advierte sobre los problemas que surgen al comprar una vivienda. Según una encuesta encargada a Cíes, el 13% de los nuevos propietarios de inmuebles sufren algún tipo de imprevisto.

Manchas de humedad, ruidos de la calle

De entre los problemas con la vivienda, los más habituales tienen que ver con defectos de construcción del inmueble -41%-. Entre estos, los más frecuentes son las humedades y los problemas de aislamiento: los propietarios de la casa ven cómo se va formando una mancha de humedad en una pared o en el techo de su casa. También sucede que ventanas o puertas no aíslan lo suficiente y entra frío, se filtra agua o se escuchan todos los ruidos de la calle.

Este tipo de defectos son de habitabilidad y, según la Ley de Ordenación de la Edificación, desde la recepción de obra de la vivienda hay hasta tres años para reclamar que la promotora se haga cargo de reparar los problemas.

También están surgiendo problemas de parqués mal colocados y que, pasado un tiempo y debido a la dilatación, comienzan a levantarse. En ocasiones es necesario levantar todo el suelo y volver a colocar un nuevo parqué, con todas las molestias que puede suponer este trabajo, ya que puede obligar a retirar el mobiliario y a que la familia tenga que salir de casa por un tiempo.

Un año para los problemas de acabado

También llegan a Irache personas que han entrado en su nueva casa y al poco tiempo han descubierto carpintería defectuosa, problemas de terminación o acabado de las obras, fundamentalmente estéticos, para los que hay un año de plazo para reclamar. Es conveniente documentar con fotografías las reclamaciones.

Defectos estructurales del edificio

En tercer lugar, están los problemas que afectan a la estructura o la cimentación del edificio, menos habituales y para los que hay hasta diez años para reclamar. En los últimos años se han dado más casos en los que el propietario de una casa descubre, cuando solicita que reparen algún desperfecto de la vivienda, que la empresa promotora o constructora ha cerrado. Cuando se trata de defectos estructurales del edificio y no han pasado diez años desde el acta de recepción de la obra, el consumidor podrá reclamar al seguro decenal, que el promotor de las viviendas estaba obligado a contratar.

Si la promotora no se hace cargo, conviene documentar el defecto

Habitualmente, cuando suceden estos defectos constructivos, lo primero que se les ocurre a las personas es acudir a su seguro de hogar. Cuando el perito examina el problema, señala que es un defecto de construcción y, como tal, es la empresa que vendió el piso la que debe responder por él. En ocasiones las promotoras no se responsabilizan de estos problemas y el consumidor se ve obligado a contratar un informe pericial con el que sostener su reclamación y, si es necesario, acudir a la vía judicial. En ocasiones, puede ser útil el informe de su seguro de hogar.

Generalmente, y dado el tiempo que en ocasiones se tarda en que se solucione el defecto, algunas personas optan por encargar el arreglo por su cuenta y luego pasar la factura a la promotora. Pero, como se ha indicado, es fundamental haberlo reclamado anteriormente con el informe pericial correspondiente y haber comunicado que, por la falta de solución en un plazo razonable, se va a proceder al arreglo.

Dos años para la vía judicial

Desde que aparece el defecto en la vivienda, la Ley de Ordenación de la Edificación da dos años de plazo para reclamar su reparación (más allá de otras responsabilidades que se puedan exigir por incumplimiento contractual). Habrá que demostrar la existencia del defecto y que éste surgió dentro de uno, tres o diez años desde la recepción de obra de la vivienda, en función de su naturaleza. Es recomendable realizar la reclamación incluso cuando sepamos que ésta no va a ser atendida, ya que puede ser fundamental ante los tribunales.

Conflictos en terrazas o patios interiores

Tras los defectos constructivos, los siguientes problemas con las nuevas viviendas suelen ser los conflictos con otros vecinos -23% de ellos-.

Un problema habitual lo representan las fugas que provienen de elementos comunes de uso privativo, tal y como pueden ser los áticos, terrazas o patios comunes de algunos edificios. Los vecinos se quejan de humedades, goteras o ruidos. En estos casos, se trata de determinar si el problema se origina en un defecto de construcción o de mantenimiento, algo que no siempre resulta sencillo, para saber quién debe hacerse cargo de la reparación y de los daños producidos.

Hay malestar igualmente en algunos edificios nuevos porque elementos comunes como lámparas, contadores o calderas se averían a los pocos años, pero pasado el plazo de garantía, y hay que sustituirlos con el consiguiente coste, unos elementos que en edificios más antiguos han tenido una mayor vida útil.

Conforme pasan los años, algunos vecinos suelen plantear importantes obras de rehabilitación en el edificio, una cuestión que también suele ser conflictiva.

En tercer lugar -22%- hay quejas porque el tamaño de la vivienda no se adecúa a las necesidades familiares y un 12% de los problemas se producen por otros motivos sin especificar.