La Asociación de Consumidores de Navarra Irache advierte sobre la suscripción de seguros al comprar teléfonos móviles, tabletas u otros aparatos electrónicos. En los últimos meses se han recibido varios casos de personas que, sin saberlo, han acabado pagando más por la póliza que por el propio producto comprado. Algunos de estos seguros pueden costar al consumidor más de 400 euros al año.
No sabían que tenían un seguro
Algunos de estos consumidores no sabían que tenían contratado un seguro. Solo se han dado cuenta cuando han visto que el cobro mensual por el aparato comprado es mayor o porque hay un cargo independiente de veinte, treinta o cuarenta euros, por ejemplo, que no saben a qué corresponde. Al acudir a Irache se comprueba que es por un seguro asociado a la compra del móvil, la tableta o los auriculares. Esto puede suponer que, al acabar el año, el consumidor va a pagar, por poner un caso, 240 euros más por una tableta cuya compra costó 110 euros.
A veces, los clientes han estampado su firma en una pantalla electrónica pero no tienen ningún contrato con las condiciones del seguro. Sin embargo, si el consumidor adquiere un seguro tiene derecho a que le faciliten un documento con las condiciones de este, con la cobertura, prima o exclusiones de la póliza.
El primer mes gratuito
Otras veces, al comprar el teléfono, al consumidor le ofrecen un seguro que cubre cualquier tipo de robo, defecto o rotura del móvil, un seguro que es totalmente gratuito el primer mes. Sin embargo, el consumidor olvida darlo de baja en esta fecha y ahora tiene contratada una póliza para todo un año que tiene que pagar.
Otras veces, el consumidor tiene muy presente el plazo gratuito y antes de que pase intenta darse de baja pero no lo consigue: al llamar, le dicen que pruebe más tarde, que tienen problemas técnicos, que atenderán su solicitud en veinticuatro horas o no responden a su correo electrónico.
Otras veces, durante los primeros seis meses la prima es más barata y a partir de entonces se encarece. Algunas pólizas suponen pagar 45 euros al mes.
La aseguradora no es quien ha vendido el móvil
Este tipo de casos se están dando especialmente en alguna franquicia que está especializada, entre otros artículos, en productos electrónicos. Como hemos dicho, la aseguradora es otra entidad (más allá del tipo de relación que pueda tener con la vendedora), por lo que el contacto y la tramitación de cualquier caso es más difícil. De hecho, algunos consumidores se han puesto en contacto con el establecimiento vendedor pero este les ha aclarado que el seguro es un asunto de otra entidad y que ellos no son responsables ni pueden hacer gestión ninguna al respecto.
En cualquier caso, la falta de información es manifiesta en estos casos, ya que el consumidor no sabe ni qué ha firmado, a qué pagos le compromete el contrato, qué servicios o coberturas va a tener, qué duración tiene el contrato o si se prorroga automáticamente, por ejemplo. Como se ha indicado, el seguro se suele contratar al mismo tiempo que se compra el móvil, sin tiempo para explicar detenidamente en qué consiste el seguro, que se completa con la firma en una pantalla que el consumidor no sabe a qué le obliga.
Tras la reclamación, anulan la póliza
Tras las reclamaciones efectuadas desde Irache a la compañía aseguradora, en la mayor parte de los casos se está anulando la póliza y devolviendo al consumidor las primas que ha abonado hasta el momento. Lamentablemente, es probable que haya otras muchas personas que están pagando mes a mes por un seguro de un móvil o una tableta sin saberlo. Por eso, es recomendable revisar las cuentas bancarias en los meses siguientes a comprar un aparato y comprobar que no hay ningún cobro que no responde a lo expresamente acordado.
No acepte un seguro sin haber estudiado detenidamente las condiciones
Cada vez es más habitual que, al comprar un teléfono móvil, nos ofrezcan un seguro, dado que los terminales cuestan cada vez más y cualquier reparación puede resultar más cara y suponer más molestias. Antes de aceptar, tenemos que tener claro el coste que nos va a suponer y qué coberturas nos va a cubrir. La prima puede ser muy variable e ir, en función del terminal, desde los dos hasta los veinte euros al mes o incluso superarlos.
Para ello, es fundamental pedir todas las condiciones por escrito y poder estudiarlas con detenimiento antes de aceptarlas. En este sentido, no es recomendable suscribir el seguro si me lo ofrecen en el mismo momento de la compra del teléfono o la tableta y no tengo el tiempo suficiente para leerlo y valorarlo con detenimiento. Muchas pólizas limitan el número de reclamaciones al año o el importe de la reparación, por ejemplo. Una vez aceptada la póliza, si es anual, no podré dejar de pagar hasta el siguiente ejercicio.