La Asociación de Consumidores de Navarra Irache está defendiendo a varias personas que invirtieron ahorros de miles de euros en aportaciones financieras subordinadas de Fagor a través de sus entidades bancarias y que no eran conscientes de las condiciones del producto. En uno de estos casos, un juez ha condenado al banco a devolver a una pareja asociada los 24.598 euros aportados junto a 3.994 euros más de indemnización por daños y perjuicios.
Algunos bancos han convencido durante estos años a ciudadanos navarros para invertir sus ahorros en participaciones preferentes o aportaciones financieras subordinadas. En muchos casos se les aseguró que el producto daba una alta y segura rentabilidad, por lo que muchos clientes destinaron buena parte de sus ahorros a estos productos.
Sin poder recuperar la inversión hasta el vencimiento
Sin embargo, a algunos de estos clientes no se le informó de que no podrían recuperar la inversión sin riesgo a perder parte del capital hasta cumplirse el vencimiento del producto, que generalmente era de más de cinco años.
Tampoco sabían que percibir la rentabilidad pactada iba vinculada a la obtención de beneficios por parte del emisor. Algunas de estas participaciones subordinadas eran de la empresa Fagor y, debido a la difícil situación que atraviesa, en las últimas semanas ya se han recibido varias llamadas de personas preocupadas por saber qué pasará con sus ahorros.
Además de la omisión de estos datos fundamentales, hubo entidades financieras que no cumplieron con los requisitos establecidos para comercializar este tipo de productos complejos. Irache ya está representando a varios asociados que invirtieron miles de euros en estas inversiones: en algunos casos se está negociando con las entidades que los vendieron con las entidades y, en otros, si no hay respuesta satisfactoria por parte del banco, se está llevando los casos a los tribunales.
Destinaron 24.000 euros porque les aseguraron que era un producto sin riesgo
Es el caso de una pareja que destinó veinticuatro mil euros a participaciones financieras subordinadas de Fagor a través de su entidad bancaria. Tiempo después, al darse cuenta de las características de la inversión, acudieron a Irache. Tras estudiar el caso, desde la Asociación se trató de contactar con el banco y se realizaron varias reclamaciones para conocer las circunstancias de la contratación del producto.
Los afectados afirmaban que fue el propio banco el que les animó a invertir y les aseguró que era un producto muy beneficioso, sin apenas riesgo y que en cualquier momento podrían rescatarlo. A esto había que añadir el agravante de que la situación económica de los clientes era delicada.
Se reclamó la nulidad del contrato
Tras no obtener una respuesta satisfactoria por parte del banco, los afectados decidieron llevar el caso a juicio y así reclamar la nulidad del contrato y, con ello, la devolución del capital invertido más una indemnización por daños.
La entidad bancaria se allanó y aceptó lo reclamado por los clientes por lo que finalmente tuvo que devolver los 24.598 euros de capital invertido más 3.994 euros por los perjuicios sufridos por los consumidores.