La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha editado una guía para poder afrontar de la mejor manera la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC), que en agosto ha subido un 11% respecto al año pasado. Este encarecimiento de los precios supone un grave problema para los consumidores, que ven como baja su nivel adquisitivo. Irache ya ha exigido que se tomen medidas para que el coste de la vida deje de subir y caiga sobre los bolsillos de los ciudadanos. Mientras, ha editado la siguiente guía que ofrece unas pautas muy generales que pueden ayudar a disminuir en cierta medida el gasto de los hogares.
Elegir las mejores ofertas de luz y de gas. Se calcula que la factura del gas es hoy un 60% más cara que hace un año. Aun así, como consumidores podemos llevar a cabo algunas acciones que nos permitan reducir en alguna medida este gasto. En primer lugar, puede convenir revisar la factura eléctrica y asegurarse de que su contrato es el que mejor se adecúa a su consumo. Si se comparan ofertas entre las diferentes comercializadoras en la página de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, para un contrato combinado de luz y gas, con 5 kW de potencia, la diferencia entre la oferta más cara y la más barata (según los precios actuales de la energía), que sería de discriminación horaria, puede suponer un ahorro de 600 euros, de 2.041 a 2.643 euros anuales. Si se contratan los servicios por separado la factura puede bajar hasta los 1.220 euros, según el comparador. En estos precios no está incluido el mecanismo de ajuste por el precio del gas incluido en las tarifas reguladas y en las libres que se van renovando. En cualquier caso, conviene ser cautos y, en el actual panorama, tener un enfoque a medio plazo, sin fijarse solo en lo inmediato. En este sentido, es conveniente a la hora de estudiar ofertas, analizar qué vinculación tienen los precios con el mercado mayorista, la penalización que aplican las tarifas planas en caso de superar un límite de consumo y, asegurarse de si existe alguna cláusula de permanencia y estar muy atentos a los cambios de condiciones al prorrogar el contrato.
Revisar las coberturas de los seguros y las ofertas. Las pólizas contratadas es otro gasto importante de los hogares. En muchos casos, los consumidores ignoran las condiciones o coberturas que contienen sus seguros. En muchas ocasiones, valorar simplemente si es necesario tener el coche asegurado a todo riesgo o vale con tenerlo a terceros o revisar que las coberturas del seguro del hogar no dupliquen las de la comunidad puede reducir el coste notablemente.
Por poner un ejemplo, en un seguro a terceros para el coche se puede conseguir diferencias de 247 euros, desde 158 a 395 euros y para una póliza a todo riesgo las diferencias pueden superar los 1.155 euros, desde 491 a 1.646 euros.
La diferencia de pólizas para un seguro de hogar, de una casa de 110 metros cuadrados construidos, la diferencia entre pólizas puede acercarse a los 211 euros, desde 109 a 320 euros, por ejemplo.
Evidentemente, ninguna prima se puede valorar por sí misma, sino teniendo en cuenta las coberturas y condiciones que ofrece. Por otro lado, en ocasiones estamos pagando pólizas que ni conocemos: conviene revisar las coberturas y el coste que nos están suponiendo.
Ajustar los servicios que quiero en telefonía e internet. Cada vez son más los hogares que contratan un paquete combinado que incluye telefonía e internet y en muchos casos también televisión. La competencia en el sector es muy fuerte y constantemente van saliendo nuevas ofertas y cambiando las tarifas. Por ello, es importante saber elegir una buena oferta en el momento preciso y ajustar los servicios que se solicitan. Hay ofertas con línea fija, móvil, internet en casa y paquete de televisión que van desde los 42 euros al mes hasta los 70 euros al mes, lo que puede suponer un importante ahorro, superior a los trescientos al año. Si se prescinden de servicios, como la línea fija o especialmente la televisión, el precio se reduce notablemente.
En cualquier caso, es fundamental pedir las condiciones de contratación por escrito, leerlas detenidamente hasta comprenderlas y asegurarse de los servicios que se incluyen. Un aspecto muy importante es informarse de si existe alguna penalización, que el consumidor deberá pagar si no cumple el plazo acordado.
Elegir algunos productos de marca blanca. Adquirir productos de marca blanca en la cesta de la compra puede suponer un ahorro de cerca del 30%. En cualquier caso, el consumidor debe comparar y seleccionar qué productos de marca blanca elige, porque, si bien hay algunos que mantienen un precio más competitivo, otros han visto cómo se encarecía su coste en los últimos meses, bien por la inflación, bien debido a que cada vez acogen más cuota de consumo. Por tanto, y aunque solo se opte por la marca del distribuidor en algunos productos el ahorro ya puede ser importante, si tenemos en cuenta que el INE señalaba un gasto medio anual en alimentación por hogar de 4.805 euros en 2021, que en Navarra se elevaba a 5.542 euros. El consumidor debe saber que, aunque la marca del distribuidor no cuente con la promoción o publicidad de otras, puede ser de calidad. De hecho, en algunos casos son fabricantes de otras marcas de prestigio los que la elaboran. Junto a ello, el consumidor puede apoyarse en descuentos, promociones y ofertas para reducir su gasto. En estos casos es muy conveniente comprender bien las condiciones. En cualquier caso, lo más importante es comprar lo necesario, para lo que puede ayudar hacer una lista de la compra adecuada a la situación del hogar y calibrar con criterio la relación entre calidad y precio del producto.
Esperar a rebajas u optar por ropa de fuera de temporada o de segunda mano. Cada hogar gasta 1.155 euros al año en ropa y calzado, según los últimos datos del INE respecto al año pasado. Para reducir el gasto, un primer paso es repasar el armario y decidir qué ropa es necesario comprar realmente. A partir de ahí, una opción interesante puede ser esperar a las rebajas, donde se encuentran descuentos de hasta el 60%. En todo momento, también conviene visitar distintos comercios y comparar precios. Otra alternativa es buscar renovar el vestuario en tiendas de segunda mano o fuera de temporada, donde los precios caen ostensiblemente.
Usar el transporte público para desplazarse. El coche supone uno de los mayores gastos familiares. La subida de la gasolina puede suponer que el gasto para un coche que al año haga 15.000 kilómetros se acerque a 1.455 euros. Una persona que viva en Zizur Mayor y que trabaje en Sarriguren, si hace dos viajes al día en coche, con el precio actual de la gasolina podría gastar desde septiembre hasta fin de año unos 294 euros en combustible; si se desplazase con el autobús urbano, con los descuentos vigentes hasta actuales gastaría en los billetes 81 euros, lo que supone una diferencia de 183 euros en cuatro meses. Con los actuales precios, el ahorro anual sería de 549 euros.
A esto hay que unirle la ITV, los impuestos y el mantenimiento del vehículo. Este último concepto puede suponer un gasto aproximado de 400 euros al año, teniendo en cuenta las reparaciones que se efectúan y las piezas de recambio que se utilizan a lo largo de la vida del vehículo. Por ello, usar el transporte público siempre que sea posible, y más aún con las ayudas actuales, puede ser una buena forma de ahorrar.
Preparar los viajes con antelación. Saber organizar y reservar las vacaciones y viajes con antelación y con cabeza muchas veces tiene premio. El precio de los vuelos varía en función del mes e incluso del día. Junto a ello, optar por alojamientos a particulares o reducir las comidas en restaurantes puede suponer un ahorro de más de un 35% en el coste total. Hay que tener en cuenta que cada navarro puede gastar en sus vacaciones cerca de 600 euros, por lo que el ahorro podría ser significativo.
Negociar las condiciones con el banco o mirar otras entidades. La subida del Euribor puede suponer para muchos consumidores con hipoteca variables un sobrecoste de unos 1.500 euros al año. Aunque el contexto no es sencillo, siempre se puede intentar negociar alguna mejora con la entidad o comparar las ofertas que presentan otros bancos para tratar de abaratar lo que se pueda el coste hipotecario. Algunas comparativas aseguran que en una hipoteca variable al Euribor más 1,5% a pagar en la que quedasen 26 años por pagar, podrían conseguir con el cambio de entidad un ahorro de 540 euros al año.
En cuanto a las comisiones, los cargos que nos cobran los bancos son libres y no siempre los conocemos. Este mes, si abrimos una cuenta en un banco, algunos de ellos no nos cobrarán nada por mantenerla y otros nos llegarán a cargar hasta 240 euros al año en comisiones.
Otras opciones, además de cambiar de banco, es reconsiderar el uso de algunos productos bancarios. En ocasiones, hay tarjetas que ni siquiera usamos, pero por las que estamos pagando comisión; también pasa con cuentas que no utilizamos u otros productos.
Planificación. Puede ser muy útil llevar actualizada una hoja de cálculo del gasto doméstico en la que apuntar todos los gastos que se llevan a cabo en el hogar, por pequeños que sean y separar los fijos, variables y los imprevistos.