La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha recibido en los últimos meses decenas de reclamaciones motivadas por facturas telefónicas muy elevadas, relacionadas con servicios de tarificación adicional, especialmente los de mensajería SMS Premium. Generalmente, el incremento de la factura mensual suele rondar los treinta euros si bien algunos clientes han llegado a recibir cargos que en el conjunto de varias facturas ascienden a 1.500 euros.
Los servicios de tarificación adicional se prestan a través de las líneas fijas o móviles de teléfono, y consisten habitualmente en servicios de entretenimiento, información, suscripciones, juegos…El precio de estos servicios es muy superior al de una llamada o mensaje SMS ordinario.
Si la factura aún no ha sido pagada y el consumidor no está de acuerdo con los servicios de tarificación adicional
facturados, puede continuar recibiendo el servicio telefónico ordinario, aunque no pague estos servicios adicionales. Según determina la normativa, la disconformidad o desacuerdo del abonado no puede dar lugar a la suspensión o interrupción temporal de la línea, si el consumidor paga la parte correspondiente a la línea telefónica ordinaria. En cualquier caso, si el consumidor va a optar decide no pagar la parte que en su factura se corresponde con servicios de tarificación adicional, siempre es mejor comunicar de forma fehaciente esta decisión a la compañía.
La normativa reconoce el derecho al pago parcial
Aun así, los consumidores están encontrando dificultades para cuando sólo quieren pagar la parte de su factura correspondiente a la línea telefónica, excluyendo los servicios de tarificación adicional.
Algunas compañías no permiten una devolución de parte del recibo y, si éste se devuelve, consideran que hay impago y cortan la línea. Además, no facilitan un número de cuenta u otra vía para pagar sólo lo correspondiente al servicio telefónico ordinario. De esta manera, el consumidor no puede acogerse al derecho que le reconoce la normativa de pagar sólo el servicio ordinario y continuar con el servicio telefónico.
Hay que tener en cuenta que la facturas telefónicas deben ir desglosadas y separar la parte del servicio telefónico disponible al público de la parte relativa a la remuneración que corresponde al prestador de servicios de tarificación adicional.
Derecho a desconexión
Si el usuario no quiere saber nada de los servicios de tarificación adicional en un futuro, debe comunicar también a la operadora que quiere desconectarse de éstos. Esta desconexión no puede suponer ningún coste para el usuario y el operador habrá de proceder a ejecutarla en el plazo de diez días desde la recepción de la comunicación del abonado.
Los operadores tienen la obligación de informar sobre el derecho a solicitar la desconexión de los servicios de tarificación adicional y de la forma en que se puede ejercer.
Irache aconseja al consumidor que ya desde el momento de la contratación de la línea, se solicite la desconexión de estos servicios de tarificación adicional.
En cualquier caso, desde esta Asociación se considera que, para evitar fraudes y abusos con estos servicios, la normativa debería obligar a las operadoras a que desde la activación de la línea telefónica el usuario estuviese desconectado de estos servicios, y sólo se permitiese el acceso a estos servicios si son solicitados expresamente por el consumidor.
Pagar por recibir mensajes
La mayor parte de los casos que se reciben en Irache son por servicios de mensajería Premium. Al darse de alta en estos servicios, el usuario comienza a recibir mensajes por los que se le factura un importe.
Existe un código de conducta que recoge un protocolo para inscribirse en estos servicios: con la palabra alta más el nombre del evento o servicio y con la palabra baja para ser excluido. Además, en estos casos, la empresa deberá informar sobre la naturaleza del servicio y el precio por mensaje y otro de confirmación cuando el usuario se dé de baja.
Dan el número en internet para aplicaciones, descargas, test…
Sin embargo, continuamente acuden a Irache personas que no son conscientes de haber contratado ningún servicio pero, aún así, han comenzado a recibir mensajes. En ocasiones, los consumidores han facilitado su número de móvil en internet para supuestas aplicaciones, test de inteligencia, para descargas de archivos, tonos, regalos… ya que no sabían qué se trataba de un servicio de tarificación adicional.
Además, se añade el problema de que en ocasiones es suficiente con facilitar el número, con lo cual puede suceder que una persona facilite un número de móvil que no es el suyo y que el propietario real sea quien tenga que pagar posteriormente el servicio Premium. Para evitarlo, sería necesario un control más estricto y una identificación más rigurosa del solicitante del servicio.