La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha recibido en lo que va de verano más de 4.800 consultas y reclamaciones. Destacan, más allá de las cuestiones de consumo más habituales en todo el año, los problemas más propios de las vacaciones como vuelos, por retrasos, cancelaciones o huelgas en compañías aéreas, así como pérdidas de maletas, cancelaciones de reservas de alojamiento o cobros en coches de alquiler.
La huelga hace que pierdan otros vuelos o noches de hotel
Los problemas con los vuelos han sido los más habituales relacionados con las vacaciones. A los ya habituales que se dan todos los veranos, este año se han sumado los que han provocado las huelgas de algunas compañías aéreas. Afectó, por ejemplo, a una persona que tenía que volver de Bruselas y al que solo le ofrecían coger otro vuelo diez días más tarde. Como no podía esperar tuvo que volver en tren. Finalmente, la compañía le pagó, además de la devolución del billete, la compensación de 250 euros contemplada en reglamento, así como el pago del billete de tren y los gastos añadidos.
Otra persona vio que como no pudo coger a tiempo el vuelo que le traía de Alemania porque la huelga del personal de seguridad produjo un colapso en el aeropuerto. Otras personas. Otros consumidores, a los que la compañía no les había notificado la huelga, tuvieron que desplazarse a un aeropuerto fuera de Navarra donde debía salir el avión para comprobar que, efectivamente, no despegaba y tuvieron que improvisar otro plan de vuelo o de vacaciones.
También se han repetido los casos de vuelos con retrasos de horas o incluso de días por diversos motivos. Muchos de ellos han sido vuelos de vacaciones, por lo que cuando el vuelo se ha cancelado o retrasado varias horas, ha provocado la pérdida de un trasbordo de una o varias noches de hotel, por ejemplo.
Las maletas no aparecen en la cinta
También ha habido varios casos de personas cuyo equipaje no aparecía en la cinta de transporte del aeropuerto. En estos casos, hay que poner allí mismo un Parte de Irregularidad de Equipaje en el puesto de la compañía aérea para posteriormente poder hacer una reclamación, cuyos plazos cambia si se trata de daños, retraso o pérdida. Si el consumidor necesita comprar ropa u otros enseres, es importante conservar todos los tiques.
El alojamiento no es lo que parecía
Ha habido reclamaciones por las condiciones del alojamiento. Se han recibido varias quejas sobre camping, en los que lo que las condiciones que prometía la página web no se cumplían. Por ejemplo, decía que estaba a cien metros de la playa y había varios kilómetros o aseguraba que había una conexión permanente de autobuses y solo había cada dos horas.
Otras veces, el problema eran las propias condiciones de higiene y limpieza del hotel, que el consumidor consideraba inaceptables. O el caso de una persona que se alojó en un apartamento gestionado con una plataforma y a la que, días después de irse, la plataforma le cobró 180 euros porque decía que había dejado el apartamento sucio.
En algunas ocasiones, los consumidores han pasado las vacaciones y piden una compensación por el incumplimiento. En otras, especialmente si los consumidores solo habían pagado un adelanto y las condiciones no les parecían aceptables, han renunciado a la reserva y quieren que se les devuelva la señal.
Se avería el aire acondicionado
En este verano, tan cálido, el calor ha provocado problemas en algunos consumidores. Ha habido varias personas que han acudido a Irache porque en el hotel que estuvieron no funcionaba bien el aire acondicionado. En otro caso, ha sido porque se averió el aparato en su propia y, tras llamar, habían pasado semanas y no acudían a repararlo. En la mayor parte de los casos, tras la intervención de Irache, la empresa acudió y reparó el servicio con agilidad.
Cobros inesperados por el coche de alquiler
Otros problemas que han tenido presencia han sido los relacionados con coches de alquiler. La mayor parte de problemas han tenido que ver con el cobro de supuestos daños del vehículo que el consumidor ha descubierto semanas después.
Es muy habitual que el consumidor deje el vehículo en el parking del aeropuerto, antes de coger su avión, y entregue las llaves donde le indiquen. Así hizo un consumidor a quien posteriormente le cobraron en la tarjeta de crédito más de setecientos euros por cargos de retraso, aparcamiento, llenado de gasolina y cargo de oficina. Otras veces la empresa alega golpes que el cliente no había detectado.
Diferente fue el caso de una familia a la que se le estropeó el coche de alquiler en el trayecto al aeropuerto para coger el vuelo de vuelta a casa. Perdieron el vuelo contratado y, como desde la agencia no les aseguraban que les cubrían el coste de otro vuelo con el mismo destino horas después, tuvieron que esperar dos días más con el consiguiente gasto de hotel. En general, los retrasos han sido en aviones, aunque ha habido algunos por demoras en ferris o trenes.
Venta de colchones a jubilados tras una excursión
Varias personas, la mayor parte jubiladas, han acudido a Irache porque han llegado de las vacaciones con una compra de un colchón que quieren echar atrás. Se trata de empresas que invitan a personas mayores que están de vacaciones a una excursión en barco o a un evento en el que regalarán aceite o vino, por ejemplo. La empresa aprovecha la actividad para persuadir a las personas para que compren colchones u otro tipo de productos para el hogar o de higiene y salud, adquisiciones que pueden suponer un compromiso de pago de miles de euros. Posteriormente, las personas se arrepienten o se dan cuenta del importe de la compra y la quieren echar atrás.