La Asociación de Consumidores de Navarra Irache se ha dirigido por carta a las principales compañías de telefonía para exigirles que adviertan a aquellos clientes con tarjetas de prepago que deben identificarse antes del 7 de noviembre si no quieren perder la línea telefónica y el número asignado, según lo estipula la Ley de Conservación de Datos Relativos a las Comunicaciones Electrónicas.145.000 clientes sin identificar en Navarra
En Navarra son cerca de 200.000 los contratos de tarjetas de prepago, un 32% por ciento de los que tienen móvil, según los datos de Irache. De todos ellos, se calcula que sólo están identificados una cuarta parte, por lo que 145.000 clientes tendrían que hacerlo en los próximos ocho meses. En este sentido, Irache considera que las compañías tienen la obligación de advertir a sus clientes sobre esta circunstancia. Para ello, al igual que utilizan los SMS para hacer llegar mensajes publicitarios al cliente, podrían usar esta vía para avisar a aquel consumidor que aún no ha identificado su tarjeta de prepago. Esta medida ya está siendo llevada a la práctica por alguna operadora.
Protección de los datos personales
Por otro lado, se debe exigir a las compañías de telefonía que actúen con la máxima responsabilidad en el tratamiento de los datos personales de sus clientes. Sería de enorme gravedad que estos datos no fuesen tratados con todos los protocolos de protección necesarios para respetar el derecho a la intimidad del consumidor y, más aún que se utilizasen para otro tipo de fines, como los publicitarios. La normativa, que surgió a raíz de la utilización de tarjetas de prepago en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, pretende evitar que se utilicen éstas para actos delictivos. De hecho, la norma determina la obligación de las empresas de ceder los datos de los clientes siempre que les sean requeridos por las fuerzas de seguridad a través de la correspondiente autorización judicial.
Nombre, apellidos y nacionalidad
En el registro de la operadora deberá constar el nombre, apellidos y nacionalidad del comprador, así como el número correspondiente al documento identificativo utilizado y la naturaleza o denominación de dicho documento pero no así el contenido de las comunicaciones, que no queda registrado. Los datos deben ser conservados por las operadoras durante un año.
Un motivo de presión a los consumidores
Por otro lado, desde Irache se hace un llamamiento a los ciudadanos para que permanezcan atentos a los mensajes recibidos por las compañías telefónicas puesto que, a buen seguro, aprovecharán esta normativa para intensificar su presión publicitaria e instar a los consumidores a pasarse a contrato mediante nuevas promociones.