Un asociado sufrió una fuga de agua en su casa que afectó a varias partes del inmueble, de las que la más dañada resultó la correspondiente a un baño. Dio parte a su seguro de hogar, que le ofreció 792 euros para la reparación de los daños. Tras acudir a Irache y como le parecía poco dinero, el afectado encargó un peritaje a una empresa, que calculó el coste en 1.815 euros.
El afectado trasladó este último informe a la compañía aseguradora, que meses después contestó que aceptaba la propuesta. Sin embargo, con el tiempo transcurrido el estado del baño se había deteriorado notablemente, hasta el punto que la empresa externa hizo un nuevo cálculo y tasó los daños en 5.568 euros. Tras ello, la compañía ofreció 3.776 euros, que no fue aceptado por el asociado hasta que, finalmente, el seguro accedió a pagar todo el capital reclamado.