Una asociada de Irache era cliente de una entidad bancaria junto a su marido. Cuando éste falleció, comunicó el fallecimiento al banco puesto que compartía con él la titularidad de acciones tanto en una compañía eléctrica como en la propia entidad y éstas tenían que pasar ahora a ser propiedad de ella en exclusiva. A los días la mujer descubrió, para su sorpresa, que le habían cobrado una comisión de 996 euros por el cambio de titular en las acciones de la eléctrica, mientras que por hacer la misma operación en las participaciones del banco no se le había cobrado ninguna comisión.
La afectada solicitó a través de Irache la anulación de la comisión puesto que en ningún momento fue informada de ésta, mientras que el banco afirmaba que sí habían comunicado esta posibilidad. Finalmente, se consiguió que el colaborador del banco que recogió la documentación declarase que, efectivamente, no informó de las posibles comisiones por la operación. Tras esta evidencia, la entidad anuló el cobro de la comisión.