Una pareja contrató en febrero de 2020 a través de una página de internet un vale regalo para viajar a un lugar desconocido. Apenas un mes después se declaró la pandemia y el consiguiente Estado de Alarma. Pasado año y medio, esta pareja quiso activar el vale pero la empresa les dijo que tenían que pagar ochenta euros más.
Acudieron a Irache, desde donde se hizo una reclamación a la empresa. En ella, se recordaban las circunstancias extraordinarias del Covid que impidieron hacer uso del viaje e, igualmente, se señalaba que en el vale se hacía constar un tiempo de validez de dos años y que, en caso de no poder encontrar fechas, se aseguraba que se ofrecería más tiempo para poder disfrutar del viaje, obviamente, sin recargo alguno. Tras la comunicación, la empresa accedió a ampliar el plazo para que los usuario pudiesen realizar el viaje al precio que ya habían pagado en su momento.