A lo largo del año 2011, más de trescientas personas han acudido a la Asociación de Consumidores de Navarra Irache para buscar asesoramiento y apoyo ante los problemas que han tenido para conseguir financiación con la que poder comprar una vivienda.Algunas personas buscan apoyo porque no pueden acceder a una vivienda
Numerosas personas han acudido a la Asociación porque buscan vivienda pero no tienen la capacidad económica para comprar una. Al no encontrar ninguna entidad que les conceda un préstamo hipotecario, buscan asesoramiento sobre entidades que den créditos con más facilidad u otras alternativas.
Si se renuncia a una vivienda libre, hay que ceñirse a lo que determine el contrato
En otros casos, los afectados ya habían firmado un precontrato de compraventa de una vivienda libre. Sin embargo, antes de firmar las escrituras su situación laboral o económica ha cambiado y ahora no pueden hacer frente al pago de la vivienda por lo que tienen que echarse atrás.
En estos casos, el consumidor debe ceñirse a lo estipulado en el contrato ya que, si no hay cláusula alguna que permita separarse del contrato, la promotora puede obligar al consumidor a cumplir el compromiso de compra. Así, ha habido casos de consumidores que han tenido que pagar varios miles de euros a la promotora para poder resolver el contrato. Por ello, es muy importante que el consumidor preste mucha atención a las cláusulas que traten sobre la renuncia a la compra de vivienda o a la ausencia de éstas.
En vivienda protegida, penalización de 500 ó 1.200 euros
En otros casos, han acudido a Irache personas que firmaron la compraventa de la vivienda protegida que les fue adjudicada. Sin embargo, a la hora de firmar las escrituras no han encontrado ningún banco que les preste el dinero necesario para adquirir la vivienda en propiedad.
Cuando se trata de una vivienda protegida -y siempre que se haya presentado el contrato para su visado a partir del 15 de junio de 2009-, si antes de firmar las escrituras los consumidores renuncian a la compra de forma “motivada”, la penalización máxima será de 500 euros si no ha pasado un año desde la firma del contrato de compraventa o de 1.200 euros si se ha sobrepasado este plazo, tal y como determina la Ley Foral 6/2009 de medidas urgentes en materia de urbanismo y vivienda.
La caída en el desempleo, causa de muchas renuncias
El perfil de los afectados por este problema es diverso pero abundan más las parejas en las que uno de los miembros o incluso los dos han perdido el trabajo, sus ingresos han descendido de forma notable y estas circunstancias ha hecho que las entidades sean más reticentes a concederles un préstamo.
Endurecimiento de las condiciones financieras
Las condiciones en las que el consumidor puede obtener un préstamo hipotecario también se han endurecido. Además del préstamo hipotecario, en muchas ocasiones se exige al consumidor que domicilie su nómina, contrate seguros de vida con la entidad o asegure su vivienda con una compañía de seguros relacionada con la entidad. De esta forma, el consumidor queda vinculado a la entidad por varios productos, y se dificulta que pueda contratar con otras compañías.
Si el banco deniega el préstamo, conviene pedir la negativa del banco por escrito
En caso de denegación del préstamo, desde Irache se aconseja, en primer lugar, buscar financiación en diversas entidades explicando la situación. Si la entidad no acceder a dar el préstamo, es conveniente pedir la negativa por escrito, ya que posteriormente puede ser de utilidad para motivar la renuncia.
Buscar un aval puede facilitar la concesión del préstamo
Si ninguna entidad quiere concedernos un préstamo, siempre queda la posibilidad de conseguir que familiares o amigos nos avalen, algo que suele facilitar en gran medida la obtención del préstamo puesto que el banco cuenta de esta manera con una nueva garantía para que su dinero le sea devuelto.
Sin embargo, es muy importante que el avalista sepa muy bien a qué se compromete. Si el titular del préstamo no paga sus cuotas éstas serán exigidas al avalista. La situación económica de las personas a las que se avala puede mejorar, pero también puede empeorar: ha habido personas que han avalado préstamos sin valorar los riesgos, y han tenido que responder en lugar de los que lo recibieron. Algunos de ellos han pasado serias dificultades al tener que hacer frente a importantes pagos.
Irache hace un llamamiento a la colaboración entre Administración, promotoras y bancos en favor de los consumidores
Dada la dificultad de muchos consumidores para acceder a un préstamo que les permita la adquisición de vivienda, desde Irache se hace un llamamiento a la colaboración entre la Administración, las promotoras y los bancos para que, principalmente estos últimos, flexibilicen sus requisitos a la hora de conceder préstamos.
Se trata de hacer efectivo el derecho de vivienda para los ciudadanos en una coyuntura económica tan difícil como la actual. Asimismo, se deberían estudiar fórmulas para promover el alquiler con una renta asequible para aquellas personas cuyos ingresos no les permiten acceder a la compra en propiedad.