Unas 37.000 navarros necesitan hoy una vivienda. Así se deduce de una encuesta realizada por Cíes para la Asociación de Consumidores de Navarra Irache, que muestra que el 7% de los encuestados necesita una casa. Si extrapolamos este dato a los 522.000 navarros mayores de 18 años, el resultado es de 36.540. De ellos, el 46% afirma que no cuenta con vivienda por falta de financiación, una problemática que trajo a más de 300 personas en 2011 a las oficinas de la Asociación. Irache entiende que las autoridades deben intervenir para que estas personas puedan acceder a un préstamo que les permita acceder a una casa.
El 7% de los entrevistados en una encuesta encargada por Irache dice necesitar una vivienda. Esto supone que actualmente 37.000 navarros demandan un piso para vivir. Por supuesto, ello no quiere decir que se necesiten el mismo número de viviendas, puesto que la mayor parte está habitada por dos personas.
Por falta de financiación, por la situación laboral o a la espera de una rebaja de los precios
Casi la mitad de las personas que necesitan vivienda, el 46%, no puede acceder a ella porque no encuentran financiación para hacerlo. Entre otros motivos que imposibilitan el acceso a un piso, el 25% lo achacan a su situación laboral o económica y el 21% reconoce que está esperando a que baje el precio de los inmuebles.
De todos ellos, el 75% prefiere el régimen de compra y un 11% optaría por vivir en alquiler. Por su parte, al 14% le es indiferente un modo u otro para vivir.
Lo más jóvenes, los que más demandan
Lógicamente, son los menores de 45 años los que necesitan vivienda en mayor medida. Porcentualmente, los menores de 30 años lo demandan en un 17% y los que se sitúan entre 30 y 45 años, un 10%. En términos absolutos estos grupos de población supondrían un 84% de la demanda y sumarían unas 31.000 personas.
La falta de financiación es la causa más importante para no tener vivienda entre los más jóvenes y los de entre 46 y 65 años -64 y 67%, respectivamente-, mientras que entre los de entre 30 y 45 años tiene un mayor peso la situación laboral o económica -38%-, aunque muy a la par de la falta de financiación -35%.
Más de trescientas personas acudieron a Irache en 2011 por no conseguir préstamo para comprar casa
A lo largo del año 2011, más de trescientas personas acudieron a Irache para buscar asesoramiento y apoyo ante los problemas que han tenido para conseguir financiación con la que poder comprar una vivienda.
En algunos casos, se trataba de personas que incluso ya habían firmado un contrato de compraventa y que han tenido que renunciar a la vivienda antes de firmar las escrituras. Esto ha podido suponer, además de quedarse sin casa, pérdidas de miles de euros para los consumidores en el caso de las viviendas libres.
En las protegidas -y siempre que el visado del contrato de compraventa haya tenido lugar a partir del 15 de junio de 2009-, si antes de firmar las escrituras los consumidores renuncian a la compra de forma “motivada”, la penalización máxima será de 500 euros si no ha pasado un año desde la firma del contrato de compraventa o de 1.200 euros si se ha sobrepasado este plazo, tal y como determina la Ley Foral 6/2009 de medidas urgentes en materia de urbanismo y vivienda.
El perfil de los afectados por este problema es diverso pero abundan más las parejas en las que uno de los miembros o incluso los dos han perdido el trabajo, sus ingresos han descendido de forma notable y estas circunstancias ha hecho que las entidades sean más reticentes a concederles un préstamo.
Irache insta a la Administración a tomar medidas para facilitar el acceso al préstamo a los ciudadanos en la compra de vivienda
Dada la preocupante dificultad de muchos consumidores para acceder a un préstamo que les permita la adquisición de vivienda, desde Irache se insta a la Administración a que tome medidas, en colaboración con las promotoras y los bancos, para que se facilite a los ciudadanos el acceso al préstamo necesario para poder conseguir una casa.
Se trata de hacer efectivo el derecho de vivienda para los ciudadanos en una coyuntura económica tan difícil como la actual. Asimismo, se deberían estudiar fórmulas para promover el alquiler con una renta asequible para aquellas personas cuyos ingresos no les permiten acceder a la compra en propiedad.